martes, 31 de enero de 2012

Ejemplo de Marco Teòrico II

Bases Teóricas




La  Planificación  Turística: Fases  y  Componentes

La planificación es un proceso continuo de racionalización, de ponderación y determinación del sentido u orientación que tomarán nuestras acciones, en base a unos medios y unos fines, los cuales se concretan o estructuran con hechos generados en el presente, muchas veces sustentados históricamente, y proyectados hacia el futuro, como elementos de previsión y objetivos últimos de su accionar.
Dentro de este marco, Molina (2001), sostiene que: “La planificación es el resultado de un proceso lógico de pensamiento mediante el cual el ser humano analiza la realidad circundante y establece los medios que le permitirán transformarla de acuerdo con sus intereses y aspiraciones...” (p. 51).
Sostiene el autor, que el proceso planificador se sustenta en las percepciones, búsqueda y ordenamiento de ideas, conocimientos e informaciones necesarias para subsanar  o mejorar el hábitat o modo de vida que hasta el presente ha venido llevando el ser humano.
Por esto, la planificación como proceso lógico, no implica la instauración de un único tipo y modo de planificar, puesto que son muchas las variantes,  condicionantes y efectos con que se presentan los hechos.
Lopes (2002), señala que la planificación turística es un “proceso que analiza la actividad turística de un determinado espacio geográfico, diagnosticando su desarrollo y fijando un modelo de actuación mediante el establecimiento de metas, objetivos, estrategias y directrices...”
Significa que la ordenación de espacios y la definición de patrones de actuación constituyen el valor fundamental de la planificación, visto los entramados y relaciones que sobre este tópico surgen como factores para su aprovechamiento.
En el caso del turismo, señala Hernández (2002), “Tal complejidad requiere diferentes niveles, ámbitos, productos y destinos de planificación. Todos éstos deben llegar a integrarse en un proceso coherente como condición sinequanon, para lograr una conducción correcta de la actividad ...” (p. 17).
Es decir, que para el autor la multivariedad de efectos y desarrollos causales que genera el hecho turístico, deben ser abordados de manera particularizada a través de distintos enfoques, entornos e instrumentos, que  aunque adecuados a su instancia, se engranan a un sistema mayor de planificación que permite, de ser así, funcionar efectivamente en el desarrollo de la actividad turística.
La planificación del turismo, destaca el manejo de dos aspectos importantes, el económico y el físico, el primero de ellos destaca nociones relacionales intrínsecas de la economía sobre el hecho turístico; el aspecto  físico denota los análisis espaciales con los cuales se estructuran los elementos turísticos.
Para Boullón (2005), la planificación física tiene como campo de acción “...toda la superficie de la tierra,  su objetivo es el ordenamiento del espacio y su función es la de perfeccionar el uso actual, procurando que no entre en crisis por agotamiento prematuro de los recursos...” (p. 58).
Según este autor, ésta planificación pondera las capacidades y disponibilidades del medio, para así establecer premisas racionales de uso y estructuración que conlleven a un patrón de ordenamiento estable y seguro de los recursos del espacio, sugiriendo una multipercepción e inevitable manejo de conocimientos para lograrlo; es decir, implica un alto nivel de integralidad en las labores de planificación, sirviendo de hecho como plataforma para el accionar de la planificación económica.
Ahora bien, estos aspectos físicos y económicos también definen un accionar, que está relacionado con el alcance espacial, estos no son más que los denominados ámbitos de planificación, que se definen generalmente como nacionales, regionales, estatales o locales; según lo señala Hernández (2002), “...el ámbito se define no solo mediante el espacio físico continuo, sino también a través de la integración económica, demográfica y política que mantenga...” (p. 19).
De esta manera, para el autor señalado, la definición de ámbitos de planificación está sujeta a variables integracionistas y a las perspectivas y recursos con que se cuenten para la indagación e instauración de estudios y formas claras de planificación espacial, aunque muchas veces supeditadas a formas secesionistas en virtud de las instancias político-administrativas que allí existen, que postulan acciones muy particularizadas y disminuyen la perspectiva espacio-integral de desarrollo que debe poseer todo proceso de planificación.
De esta manera, cada ámbito destaca un producto, que en líneas generales son los planes, en los cuales se establecen los elementos de accionar según la instancia, pero concatenados técnica y operativamente para establecer un justo equilibrio en el desarrollo de la actividad turística.
Dichos instrumentos de planificación, poseen y asumen una intención o dirección metodológica, definida prácticamente como destinos de la planificación turística: Emisivo, receptivo, interno, etc., todo ello válido si se toma en cuenta las causas, efectos y condicionantes que particularizan a cada grupo turístico analizado.

Ejemplo de Antecedentes de la Investigaciòn

CAPITULO II
MARCO   TEORICO

Antecedentes de  la  Investigación

Esta sección,  pretende mostrar los resultados obtenidos en algunos trabajos que abordan, de manera directa o indirecta, el desarrollo turístico y plantean formas de intervención a nivel de lineamientos o planes concretos de actuación; la finalidad es poner en evidencia las premisas que eventualmente se asumen para el desarrollo turístico, las tendencias recientes y los condicionantes que inciden en el perfil de desarrollo que pretenden abordar.      
En este sentido, y en el nivel internacional, Arias y otros (2000), elaboraron un trabajo sobre “Propuesta de un Plan de Desarrollo Turístico  en Comunas de Hijuelas, La Calera, La Cruz, Limache y Olmué” de Chile,  que tenía como fin la elaboración de un plan para la Provincia de Quillota,  que propiciara ideas para la generación de una mayor dinámica  y diversidad en las actividades económicas  de sus comunas.
El trabajo destaca que la ordenación  del paisaje y la calidad ambiental  deben ser los vértices de toda planificación territorial  que se desee desarrollar, con una doble estrategia. Por un lado, diseñar con criterios flexibles, sostenibles y competitivos y, por otro,   que estos diseños sean flexibles en el mercado inmobiliario y en su comercialización turística, con criterios de baja densidad  y alta integración territorial y social.
Agrega además la investigación, que  es necesario que se lleve a cabo una actividad turística a través del diseño de un proceso de planificación  de carácter participativo para las autoridades, unido a un marco de referencia para la comunidad y empresarios involucrados en el sector.
El aporte más significativo de la investigación involucra la participación e integración de los distintos actores dentro de la labor turística como una estrategia que facilitará el acceso al camino integrador de desarrollo turístico; tomando en cuenta rutinas de desarrollo flexibles y acordes con las realidades que  se enfrentan para insertar herramientas válidas que concreten beneficios económicos y sociales, a la vez que refrenden la preservación de las condiciones naturales y culturales en los ámbitos espaciales de desarrollo.
Por su parte, Lopes (2002), elabora el trabajo “Reto para la Conservación Ambiental y la Diversificación del Turismo Masificado de Balneario: El Diseño de una Estrategia para Caldas Nova, Brasil”, cuyo objetivo era formular un plan de desarrollo turístico  de Caldas Novas que asegurase la conservación ambiental y el desarrollo sostenible de la ciudad.
La investigación concluye en que las principales limitaciones del desarrollo turístico se orientan por  la  inexistencia de elementos y estructuras coherentemente articuladas para formular acciones estratégicas de actuación; singularmente, el turismo puede convertirse en una actividad sostenible, a partir de una planificación responsable que considere las características ambientales, las potencialidades de los recursos naturales y el interés de la comunidad local, principalmente.
Así mismo, destaca la investigación que las propuestas de desarrollo turístico deben partir  de procedimientos de diagnósticos  y análisis de los recursos, con la finalidad de formular objetivos y metas, a ser alcanzadas en la planificación turística, permitiendo así elaborar planes de desarrollo de actividades concretas.
El aporte fundamental, que proyecta ésta  investigación,  es básicamente la de asumir el desarrollo turístico a partir de una sistematización metodológica que por un lado facilite  la contextualización de la diagnosis, prognosis y elaboración del plan; pero que a su vez articule expectativas, orientaciones de  los distintos actores que convergen en el hecho turístico.
En el ámbito nacional, Martínez  (1991), realizó un estudio denominado “Modelo Organizativo de Desarrollo Turístico con Enfoque Sistemático para el Estado Yaracuy”, el cual  intenta describir la realidad imperante en el Estado Yaracuy y gestionar con ello un modelo organizativo, en base a la aplicación de algunas técnicas derivadas de la planificación estratégica.
Concluye,  de manera general, en que se debe aprovechar las potencialidades turísticas de las distintas instancias municipales, partiendo para ello de un diagnóstico que favorezca la concepción de líneas maestras de actuación sistemáticamente integradas y con vigencia amplia en el horizonte de planificación que se plantee; la concreción de estos planteamientos debe partir de mejoras en la  infraestructura física, la promoción de la inversión privada y la integración de los distintos actores sociales al proceso de desarrollo turístico.
Como significativo aporte, se observa la cualificación permanente y eficaz de las propuestas de acción que vayan más allá de la estructura económica, política y social imperante y le de consistencia en el tiempo y el espacio a la actividad turística, no como una estructura rígida, sino como una flexible línea que facilite la ruta a transitar.
Chirinos y Cárdenas (1993), elaboran el “Plan de Ordenamiento Turístico en el Municipio  Ayacucho del Estado Táchira”, tratando de orientar un desarrollo integral y sentar las bases para impulsar una nueva actividad económica.
Señalan los autores, que el plan sustentaría su desarrollo en la mejora de calidad de los servicios, mayor participación de la municipalidad en la actividad turística, y en una concreción real del Plan Municipal de Turismo, que llevarían a una orientación más social y hacia la recreación, desarrollando el llamado turismo fronterizo.
Concluyen en que se debe propiciar una mayor integralidad en las decisiones del desarrollo turístico, partiendo por supuesto de la participación mancomunada de los distintos sectores sociales y políticos, lo que concretaría esfuerzos en un solo sentido y con bastante arraigo en el contexto social, haría más factible su desarrollo.
Se distingue como aporte significativo, a esta investigación, el hecho de asumir como necesidad intrínseca la contextualización social del plan de desarrollo turístico, ya no como algo impuesto, sino como un mecanismo que aporta y sustenta su ideología y desarrollo en las sistemáticas opciones que enfrentan comunidades, autoridades y prestadores de servicios turísticos; ello favorecerá en cierta forma una sostenibilidad de acciones en el tiempo y en el espacio.
Rodríguez (1993), desarrolló una investigación denominada “Lineamientos de Gestión Administrativa y Técnica para la Dirección de Turismo Adscrita al Municipio” la cual  intentaba formular lineamientos de gestión administrativa y técnica para la dirección de turismo, bajo el método hipotético-deductivo,   y con  base a un diagnóstico situacional.
El autor sostiene, como conclusión, que la determinación de las áreas de interés turístico-recreacional sin un soporte metodológico convincente comprometió de manera irregular a los municipios que se localizaban en tales jurisdicciones, lo que se nota en la ineficaz administración del territorio local y a la escasa participación para el desarrollo de acciones en materia turística. Por ello, se precisa una  inconsistencia metodológica y operativa que desvincula  al municipio con la actividad turística.
En líneas generales, se observa una desagregación de funciones, estructuras y relaciones que no favorecen el desarrollo coherente de la actividad, y cuyas desavenencias se presentan en la incapacidad de toma de decisiones y la formulación de estrategias.
Carrasco (1994), elaboró el “Plan de Ordenamiento del Espacio Turístico del Litoral Central” cuya intención era condicionar el ordenamiento del litoral a sus características actuales y potenciales, con el propósito de satisfacer los requerimientos y necesidades de la población visitante y mejorar la calidad de vida de la población local.
La investigación concluye infiriendo elementos, déficit y potencialidades de uso que generan los atractivos turísticos y su planta en el Litoral Central, a la vez que muestra el desequilibrado funcionamiento que para ese momento presentaba el espacio turístico.
Básicamente, se argumenta que todo proceso de desarrollo turístico debe contar con estudios que aclaren la situación o estado  inicial del desarrollo, por lo que se hace evidente el manejo integrado de datos informaciones y aportes provenientes de todos los involucrados en el quehacer turístico. De allí que sea necesario, estructurar mecanismos que en este sentido integren necesidades, perspectivas y propuestas de solución y aprovechamiento de las cualidades que en materia turística se posea sobre un área.
Martínez (2003), elaboró un  trabajo  titulado “La Oferta de Alojamiento Hotelero: Lineamientos para su Optimización. Caso Municipio San Felipe, Estado Yaracuy”, en él se concluye que entre las situaciones que particularizan el desarrollo turístico en el municipio, se encuentran aquellas derivadas principalmente del sub-aprovechamiento y deterioro de importantes recursos naturales y culturales, el desconocimiento de la funcionalidad operatividad del espacio turístico y la carencia de elementos estratégico-planificadores, que se inserten adecuadamente a las condiciones físicas, económicas y político-sociales que lo definen como tal.
Así mismo, sostiene que el turismo en el Municipio San Felipe muestra un desarrollo espontáneo y desorganizado, destacando un deficiente nivel de aprovechamiento, que se visualiza en aspectos de definición clara de temporadas, por la reducida concentración de turistas, definición de mercados emisores y la carencia de información y paquetes turísticos, entre otros. La oferta de alojamiento es reducida, carece de clasificación y adecuación a directrices turísticas y presenta poca diversificación.
Este trabajo  distingue   de manera directa, que los elementos básicos para estructurar un proceso de desarrollo turístico  deben integrar diferentes variantes o factores; integración que debe ser producto de particulares estudios que precisen las capacidades y potencialidades en un área determinada. Si bien, es importante el conocimiento de los atractivos, también lo es el manejo de las condiciones de la planta turística, entre ellos la de alojamiento.
Por último, Aponte (2007), adelanta una investigación titulada “Plan Estratégico para el Desarrollo Turístico Sostenible en el Parque Recreacional Bolivariano Minas de Aroa, Estado Yaracuy”, que tenía como objetivo formular un plan estratégico.
La investigación refiere que las situaciones que obstaculizan el desarrollo turístico sostenible están influenciadas por el abandono sistemático, la carencia de políticas turísticas  y de rescate, así como la carencia de elementos estratégicos planificadores que incidan de manera directa sobre la situación de desarrollo del atractivo.
Del mismo modo sostienen que el desarrollo turístico debe partir de las características de singularidad y de valor del atractivo, la disposición de la comunidad y entes gubernamentales y las tendencias que asuma la demanda turística en el contexto mundial, nacional y local en torno a un tipo de turismo.
Entre sus recomendaciones, se destaca la integración  de los distintos sectores de la comunidad con los entes planificadores y prestadores de servicios públicos y privados; sin más límites que aquellos que fuerce la creatividad y las disposiciones técnicas y operativas, las que serán solventadas en el sano equilibrio relacional de las competencias que como individuos, profesionales u entes se posean.
Lo significativo de la investigación es la esquematización de una estructura relacional de desarrollo turístico que parte de la caracterización  de recursos, la demanda que de el se haga y la prestación de los distintos servicios, lo cual debe contar con una estructura de actuación provista de lineamientos y esquemas de abordaje que han sido facilitados previamente a partir de consensos estratégicos  entre la comunidad, los prestadores de servicio turístico, los demandantes del servicio y la superestructura turística.

En definitiva, el conjunto de investigaciones anteriormente reseñadas, enfatizan de manera general que la iniciativa turística debe partir desde el ámbito municipal, con base a una planificación y conocimiento real de las situaciones que en torno al turismo se están desarrollando; así mismo, la existencia de una creciente disposición comunidad-municipio que oriente una concreción efectiva y operativa hacia el quehacer turístico. Y lo que es más importante una consecutiva y manifiesta complementación del turismo a las múltiples y  cotidianas actividades que ya viene realizando el municipio como elemento económico de puntal para su desarrollo. Cuestiones éstas que en definitiva serán asumidas plenamente cuando se defina cual es la realidad de los municipios turísticos y la funcionalidad de su espacio en torno al ámbito estadal y nacional.

Un Ejemplo de Planteamiento del Problema

CAPITULO I
EL  PROBLEMA

Planteamiento  del  Problema

El turismo y su desarrollo, genera de manera directa e indirecta contextos y dinámicas que aluden a beneficios  individuales y  sociales. Frecuentemente es tomado como un referente significativo de la satisfacción de necesidades  en aquellos aspectos relacionados con la relajación, el descanso y el uso del tiempo libre, pero también con las vinculaciones que económicamente  se generan en el espacio donde se desarrolle ésta actividad.
En este sentido, Ramírez, (2003), indica que el turismo tiene como repercusión  principal la integración del grupo humano social; la elevación del valor cultural del visitante y el favorecimiento de un nuevo vigor físico. A estos elementos se agregan los beneficios económicos y de generación de fuentes de trabajo que son inmanentes a la actividad turística.
Es decir, que el turismo facilita altos niveles de satisfacción en los grupos sociales, ya sea ejerciendo la función de turista o visitante,  o como un miembro más de la población receptora.
De Milá (1993), señala que  la función de la actividad turística dentro de las sociedades se orienta a la satisfacción de necesidades de aliviar tensiones, contribuir a la relajación psicológica de los seres humanos, como forma normada de descanso; así como a la necesidad de creación de nuevas fuentes de trabajo y de riquezas para muchos grupos sociales.
Lo que conlleva a enfatizar que el turismo como producto social sustenta beneficios intra y extra individuales de amplio espectro, que le dan relevancia y permanencia  como un excelente satisfactor de necesidades.
Ahora bien, La actividad turística, en su desarrollo, concreta un intricado sistema de relaciones; éste sistema requiere un accionar equilibrado de cada elemento para articular de manera efectiva el desarrollo al que comúnmente se le asocia como práctica.
De allí, que al considerar los elementos fundamentales de su naturaleza, sea válido destacar las vinculaciones internas y externas que se generan en torno al turismo, para concretar la situación real de desempeño y estructuración que el mismo manifiesta.
En este sentido, Boullón (2005), al considerar el turismo como unidad sistémico integradora, sostiene que:

…su existencia se debe a un movimiento espontáneo por el cual la iniciativa privada, primero, y el poder público, después, fueron resolviendo las necesidades de los viajeros, al incorporar cada vez un mayor número de servicios destinados a aumentar el confort del turista y a multiplicar sus oportunidades de diversión. Así alrededor del turismo se ha ido formando una trama de relaciones que caracterizan su funcionamiento. Esas relaciones forman un sistema. (p. 31)


Por lo tanto,  el turismo como hecho social genera un esquema sistémico-relacional que trasciende a la realidad a través de las corrientes turísticas y de la estructura operativa de servicios que en torno a ellas se aglutinan.
De allí, que  el principio generador de la relación sistémica vendrá dada por el conocimiento efectivo de las condiciones que tiene el centro o área receptora (atractivos, equipamiento y servicios), las necesidades que tienen los visitantes o turistas,  los mecanismos con que se cuenta para hacer efectivas las expectativas y satisfacer las necesidades que estos tienen, así como la armonía de desarrollo en el seno de la comunidad receptora. Esto sin duda muestra la necesidad de procesos de planificación que permitan acciones adecuadas en pro del desarrollo del área en que se actúa.
Lo anterior, se circunscribe a lo que normalmente se denomina planificación del turismo, la cual Molina (2005), señala es un proceso racional que “…consiste en asegurar el crecimiento o desarrollo turístico. Este proceso implica vincular los aspectos relacionados con la oferta, demanda y, en suma todos los subsistemas turísticos, en concordancia con las orientaciones del resto de los sectores de un país” (p. 38).
Lo que nos plantea,  el hecho de que el turismo basa su desarrollo, en un análisis  racional, dinámico y equilibrado  de componentes o elementos, no visto de manera individual o aislada, sino desde la óptica sistémica, integradora u holística que dimensionalmente efectúan en un tiempo y espacio determinado.
El autor antes mencionado, sostiene que el turismo presenta ventajas y desventajas objetivas, así como contradicciones que deben ser controladas, siendo la planificación del turismo, el instrumento idóneo para racionalizar las manifestaciones del fenómeno y así vincularlas con el desarrollo global en sus dimensiones económicas y sociales.
En el contexto internacional, el proceso de planificación del turismo, a pesar de las bondades que se le atribuyen a la actividad, ha sido desarrollada de manera asistémica, incoherente y desligada de las condiciones propias de cada espacio; al respecto Boullón (2005), sostiene que “…los países beneficiados por este fenómeno crearon oficinas para administrar este nuevo sector económico y luego, cuando sus formas de operar comenzaron a complicarse y los resultados de su expansión ocasionaron nuevos problemas, intentaron planificarlo”. (p. 9)
Es decir, se dio un proceso desintegrado de actuación basado en la espontaneidad del fenómeno que no logró ser encauzado con acciones inmediatas y efectivas producto de una racionalización de medios y recursos, que generalmente se concretan en planes de desarrollo.
En países de América Latina, sostiene el autor antes citado, el desarrollo de las actividades  de planificación y administración del turismo ha venido desarrollándose con personal de otros ámbitos y pocos conocimientos técnicos, poco presupuesto y con organismos desvinculados en los distintos niveles espaciales, a lo que se une la actitud de los técnicos y políticos y la crisis de origen para hacer poco satisfactoria la aplicación de planes y metodologías de desarrollo turístico.
En la práctica, se han heredado problemas de fondo y de carácter técnico que se reflejan con fuerza en los debilitados principios metodológicos y las carentes estructuras, con que se cuenta para adelantar estudios y por consiguiente motorizar la planificación del desarrollo turístico.
Esta condición proyecta elementos importantes de desajustes en la visión de desarrollo, que no provee esquemas aceptables de sustentabilidad de la actividad turística, ya que como lo señala Molina (2005), hasta el presente no se ha impulsado y desarrollado un proceso de planificación integral del turismo que considere variables ideológicas, políticas, económicas, sociales y físico-ambientales.
En el caso venezolano,   Morillo (2007), sostiene que si bien cuenta con un potencial  de desarrollo turístico, dadas sus maravillosas riquezas naturales, siempre se ha relegado a un segundo plano la actividad turística como fuente de ingresos.
Es decir, que a pesar de que se observan condiciones excelentes para el desarrollo de las actividades turísticas,  las labores de actuación y aprovechamiento no han sido las más acordes con su naturaleza; en tal sentido, el Ministerio de Turismo (2002), sostiene que en “el sector turismo se ha observado a lo largo de su historia, una clara desvalorización de la práctica de la planificación, así como  su desvinculación con la gestión cotidiana y su control…” (p. 11)
Se expresa así, la carencia de formas ordenadas de actuación que faciliten el desarrollo y aprovechamiento equilibrado de los recursos que en materia turística se posee.
Al respecto, Duque (2006),  señala que en Venezuela la actividad turística ha sido considerada en los diferentes Planes de la Nación como una prioridad.  Pero no ha pasado de intentos vanos, puesto que no se le ha dado la connotación requerida para competir con destinos turísticos con tradición; a estas declaraciones no se les ha acompañado de definición de una visión, estrategias, programas y planes de acción como bases para el desarrollo de una actividad turística sostenible.
Es decir, se dimensiona una bajo perfil de desarrollo de labores de planificación en las estructuras generales del sistema turístico venezolano, que sugiere obstáculos funcionales  que dada la naturaleza del proceso de planificación, remiten a la obtención de productos y resultados de muy bajo nivel.
Para Martínez (2003), la desvinculación funcional entre el ente rector y los distintos niveles y sectores vinculados al turismo, es tal vez la causa vertebral de la problemática turística, puesto que el sistema centralizado de decisiones, a pesar de los ajustes que se hacen en los distintos niveles espaciales, ha sido apoyado con una ineficacia organizativa y funcional, que ha llevado al establecimiento de políticas y lineamientos desajustados a la realidad y entorno del país, generando una carente visión de la actividad turística.
Lo anterior, podría generar una traumática experiencia, sobre todo si se consideran los elementos cognoscitivos e instrumentales con los que se intenta abordar el desarrollo de un plan de esta naturaleza y con este tipo de objetivo.
En el caso del Estado Yaracuy,  el turismo ha carecido de una sistemática investigación y evaluación que de equilibrio y funcionalidad al sistema turístico.
Domínguez (2007), Presidenta del Fondo Mixto del Estado Yaracuy, expresa que hasta ahora  el desarrollo turístico había mostrado problemas graves de articulación en la fase de investigación, formulación y desarrollo de acciones, que llevaba a la inexistencia de planes concretos de desarrollo, lo cual está intentando ser revertido en la actualidad, pero que todavía no ha mostrado resultados efectivos puesto que no se ha vinculado coherentemente cada nivel y sujeto planificador. (M. Domínguez, entrevista personal, Septiembre 29, 2007)
Este parcelamiento cognoscitivo de la realidad, ha inducido a un conocimiento muy particular de la situación y sobredimensiona la relevancia de potencialidades y restricciones de desarrollo turístico, lo que crea una visión solapada y muy poco ajustada, con lo cual las propuestas con que se intenta el desarrollo turístico, son prácticamente exiguas y signadas por problemas de aplicabilidad y funcionalidad.
En el caso del Municipio San Felipe,  éste presenta condiciones importantes para el uso turístico, no obstante se desconoce la magnitud y capacidad  real que posee frente a esta situación; siendo además, la ciudad de San Felipe, capital municipal y estadal, un centro poblacional que por los servicios y equipamiento, así como por su jerarquía postula y condiciona los niveles de desarrollo de otros espacios geográficos del Estado.
Martínez (2003),   destaca que este municipio presenta un deficiente nivel de aprovechamiento de recursos, que se visualiza principalmente por el escaso nivel de directrices y propuestas de desarrollo turístico, pero también por la desvinculación funcional con los otros elementos de la superestructura para acordar políticas y estrategias de planificación y desarrollo.
Es decir, el municipio connota en esencia  una desarticulación operativa, producto de limitaciones en la producción de propuestas que signifiquen un desarrollo en el sistema turístico.
La problemática anteriormente planteada evidencia un desequilibrio en el sistema turístico, que aumentaría su índice al intentar implantar propuestas de desarrollo, desfasadas, en el espacio turístico, lo que conlleva a formularse las siguientes interrogantes:
·       ¿Cuál es  la realidad que connota el sistema turístico en el Municipio San Felipe, del Estado Yaracuy?
·      ¿Qué perspectivas plantean los prestadores de servicios turísticos y las comunidades en torno al desarrollo turístico, sus problemas y soluciones?
·      ¿Cuál es la opinión que poseen los gerentes de la superestructura turística municipal respecto al desarrollo turístico, planes y proyectos en el municipio San Felipe del Estado Yaracuy?
·      ¿Cómo elaborar un plan de desarrollo turístico en el Municipio San Felipe, con una visión integradora y sustentable de la actividad?

Lo anterior revela la importancia que pudiera revestir el desarrollo de un estudio orientado a la elaboración de un plan turístico, que facilite el aprovechamiento, maximización y sustentabilidad de los recursos turísticos en el contexto municipal;  ya que existe un desconocimiento de la realidad turístico-espacial que obstaculiza la funcionalidad en el sistema, destacando un bajo perfil en las perspectivas de desarrollo municipal y estadal.

Una Visiòn de la influencia de los Paradigmas

TRAS LOS PASOS DEL MAESTRO: COMO NO MORIR EN EL INTENTO?



La soledad a la que me he constreñido  es el sino del Pionero, pero también del extraviado. He perdido el contacto con los que no han emprendido el mismo Viaje y no veo todavía a mis compañeros que existen, sin duda, y que ellos tampoco me ven.... (Edgar Morin, “El Método: La Naturaleza de la Naturaleza”).

El ser humano en su intento por reinventar su realidad, se ha aventurado al seguimiento de normas y  directrices  que han escrito algunos aventurados al hecho cognoscente; en su momento estos han definido formas, procesos, principios o filosofías que le han propiciado ciertos estándares de satisfacción y de libertad o comodidad en torno a los objetivos que sigue respecto al conocimiento y sus aplicaciones.
Estos factores filosóficos o normativos de cómo hacer ciencia o iniciar un proceso de investigación es lo que algunos han venido manifestando ser el “método” con el que se debe iniciar la actividad investigativa. Pero, como se ha manifestado, ha sido éste un camino que inicialmente se siguió para alcanzar algo que se había proyectado, imaginado o  propuesto, que surgió de la interacción con una realidad, con unos principios y con unos argumentos. Inicialmente hubo libertad para abordar el proceso.
Sin embargo, con el tiempo, y dentro de los parámetros socializantes de la homogeneidad, se ha pretendido que el conocimiento, su búsqueda, valoración y conceptuación, sea de un solo nivel o tono, pues se ha pretendido colocarle un molde; dicho molde se apoya en un recetario que sustenta el alcance de un producto, pero no la evolución cognoscente amplia y profunda que nos lleve a acercarnos más a la realidad que intentamos comprender y modificar.
Así fueron apareciendo las matrices epistémicas que estuvieron marcadas por  paradigmas y los cuales sirvieron precisamente para encauzar, para orientar y hasta para obstaculizar los avances o elementos emergentes reales en los procesos de investigación, ya que cada uno postulaba un seguimiento ciego de la norma, de la filosofía y del método que paradigmáticamente se estaba imponiendo. Estábamos yendo  por el camino contrario a la luz, en un camino hacia la inteligencia ciega.
Pero si bien es cierto, que a lo largo de la historia hemos recorrido etapas en las que esas matrices epistémicas han reinado, y han contribuido eficiente pero no eficazmente con el proceso y el hecho investigativo, nos hemos encontrado que muchos defienden a capa y espada los argumentos de los paradigmas en los que se encuentran inmersos y que forman parte de su ser y de su idiosincrasia; tal es el caso de aquellos que bajo el norte positivista aluden despectivamente del paradigma cualitativo o viceversa. Situación esta de la que nunca se podrá sacar a uno ni otro, pues su limitación territorial es el paradigma donde se encuentre inmerso y más nada.
Esta visión tan localista, parcial o somera de ver el hecho investigativo por la postura epistémica única, tal vez sea el mal de unos y consuelo de todos; no obstante debe ser cambiada radicalmente para poder  avocarnos a un verdadero paradigma en la investigación que rompa con el círculo vicioso de imposiciones y efectos tragicómicos a que nos hemos visto inmersos como individuos y como sociedad.
Seguir al maestro, ya no es lo común, ni lo que se nos impuso siempre con la aparición de nuevos paradigmas, en si el maestro solo sirve para señalar el camino; ahora lo razonable es apoyarnos en la filosofía, en los principios y construir nuestro propio método, según los momentos que tengamos que enfrentar.
Y se señala esto, por cuanto es frecuente escuchar a muchas personas que “están dentro del paradigma o corriente de la complejidad”, pero que solamente lo hacen como un pretexto por estar a la moda o a tono con las tendencias investigativas o tal vez para ganar adeptos o simpatías.
Frecuentemente, estas personas simulan ser, estar o vivir en un paradigma, pero se comportan como miembros del otro y creen que las filosofías que se proponen son un simple recetario, un lugar común o algo a lo que se puede acceder fácilmente y vanagloriarse de estar en el círculo de los privilegiados.
Estas posiciones son, tal vez, parte del proceso de falsa reingeniería al que se somete una parte de los investigadores que creen que la investigación es seguir estructural y funcionalmente las ideas de un maestro o de un gurú; y que la realidad se ha encargado de decirnos, que no es seguir al maestro, sino tomar sus experiencias, sus enseñanzas para construir un MÉTODO, para trazar nuestro propio camino y  llegar a nuestra propia verdad, que es una, según el tiempo y el espacio, y no la única.
Así para poder entender hoy, lo que es la matriz epistémica de la complejidad y la lógica configuracional, debemos deslastrarnos de todos los argumentos banales que se nos han impuesto con el método, para ver acciones, interacciones y retroacciones que en pocas palabras es ver sistémicamente lo que nos circunda.
Es necesario abordar el camino y dialogar con la realidad, con una parte de ella, y no asumir nuestra verdad como la única y la valedera. La incertidumbre debe formar parte de los argumentos con que enfilemos el proceso de investigación. Orientemos el proceso hacia cosas imprecisas, conceptualmente abiertas; ensayemos, establezcamos estrategias, abordemos la actividad sin métodos precisos, construyámoslo en el camino, valoremos los errores; no nos limitemos con la imposición de metas.
Para lograr lo anterior, debemos olvidarnos de cual paradigma es más o cual es menos, debemos entender que en el nuevo paradigma los otros tienen cabida como momentos y que la filosofía, por demás amplia, compleja y sistémica, me acerca o me aleja de la realidad en la medida en que soy libre de aplicarlos y de construir mi propio método.
El maestro será un compañero más, irá a mi lado, o tal vez detrás pero nunca delante para imponerme cosas...............

Reflexiones primeras dos sesiones



El Acercamiento a la Investigación
(Reflexiones Sobre las dos Primeras Sesiones)

Una de las primeras consideraciones que emergen al inicio de una investigación, tiene que ver con el propósito mismo que se tiene, y  el cómo nos acercamos a esa realidad, lo que percibimos y las capacidades que tenemos para avanzar en nuestros cometidos.
Nos embarga la incertidumbre, definimos efectos  y los confundimos con causas de problemas, aislamos los problemas como soluciones y hacemos difícil la empresa de abordaje investigativo; esto nos lleva muchas veces a querer implantar  a como de lugar cualquier temática que se requiera, pues la premura por cumplir nos presiona, llevándonos a asumir, por ejemplo tópicos que por su naturaleza no comportan o requieren investigaciones, ya que per se son una implementación directa como solución a una problemática, que no es de origen cognoscente. Es necesario, entender y seguir los caminos de la “abierta, creciente y pausada  paciencia”,  deambulando sobre una creciente expectativa en torno a  los saberes.
Cuál debe ser la postura real que debemos tener?, sinceramente, no hay una formula que defina esto y no creo que la inventen, a pesar de las posiciones paradigmáticas que se tengan; sin embargo, la recomendación más directa alude a entender la realidad, revisar los elementos que emergen, las características, los condicionantes, revisar temáticas diversas, conocer las dimensiones y alcances temporales y espaciales, así como técnicos, establecer relaciones y revisiones de trabajos, investigaciones, ponencias para aclarar las esencias de cada temática, lo cual permitirá ampliar las intricadas relaciones conceptuales y las derivaciones que se presentan en las realidades.
Tal vez así, se transite por un camino un tanto más claro y se podrán contrastar los mecanismos de los relacionantes sociales que se funden en las realidades que pretendemos analizar y sobre las que queremos avanzar.
La premura es nuestro peor enemigo, aunque en los encuentros que tenemos por delante debemos alcanzar un primer papel de trabajo, es evidente que debemos madurar nuestras ideas, nuestra conciencia sobre la realidad para cimentar un excelente trabajo de investigación, dependerá pues  de cómo entendemos las experiencias que nos dicte la  maestría, de las visiones que tengamos y del proceso constructivo que hagamos de los distintos aportes recibidos.